Su nombre, gestado en una calurosa noche del mes de Julio, tiene las iniciales de sus fundadores, todos cubanos de nacimiento y con fuertes raíces en el mundo del tabaco: Aidee, Berto, Amalia y Matias.

Aidee y Matias, un joven matrimonio recién llegado de Cuba, se encontraban trabajando en otras ramas de la economía, él proviene del mundo de la economía, se desempeñaba como Dealer y experto en transacciones de bolsa a nivel bancario, ella trabajaba en la rama del transporte internacional de cargas.

Sus conexiones con el mundo del tabaco vienen desde muy pequeños, la familia de Matias, cosecheros de tabaco de toda la vida por parte de madre y padre, poseían varias fincas en la zona de consolación de sur en Pinar del Rio. De niño, pasaba mucho tiempo jugando con sus primos entre los sembrados y las casas de tabaco. Ya en la edad escolar, trabajó en labores agrícolas vinculadas al tabaco, en los planes de combinar el estudio con el tabaco que tenían los planes educativos de la cuba revolucionaria. Por su parte Aidee se nutrió de la experiencia e historias de su abuelo, el querido "Panchitín", que se desempeñó como tabaquero durante 50 años de su vida.

Su último lugar de trabajo fue la fábrica "La Corona", en la capital de la isla. En sus juegos infantiles, su abuelo le enseñaba con hojas de papel de periódico como hacer cigarros, y ella jugaba a venderlos en su bodega de fantasía. Estos ingredientes de herencia familiar y de amor por el producto fueron unidos por su tío: Adalberto Ruizcalderón (Berto), que los instó a tomar una probadita de la miel de la industria, y comenzó a darles sus primeras lecciones especializadas sobre el proceso del tabaco y la creación de cigarros de primera calidad.

Berto, un veterano en la industria, comenzó a trabajar en tareas relacionadas con el tabaco desde la temprana edad de 15 años, es conocido y respetado por los grandes de la manufactura, cosecheros y dueños de marcas.

Los inicios no estuvieron ajenos a contratiempos, encontrar un lugar en donde ubicar la fábrica fue algo complicado, probaron en un par de instalaciones comerciales, pero los vecinos no estuvieron felices de su presencia, después se ubicaron en una localización llena de repuestos de autos en la que no encontraron objeción de los vecinos, pero no había mucha comodidad para realizar todos los procesos necesarios de una forma ordenada.

Finalmente se ubican en su querida "Villa Mella", al norte de la capital, en un parque de zona franca, en la cual se ha organizado la fábrica de sus sueños en un área de 10,000 metros cuadrados. En el año 2008 se sube al barco de ABAM, la madre de Aidee, Martha, profesora de botánica por más de 30 años en la universidad en Cuba, con una gran experiencia en planificación del trabajo y en la organización de recursos humanos.

La última adquisición es el hermano de Matías, José Gabriel. Ingeniero en informática, que ha puesto el toque tecnológico a la operación. Comprometidos con el medio ambiente, las instalaciones de ABAM Cigars, tienen una capacidad instalada de 120 KW en paneles solares, que les suplen casi el 100% de la necesidad energética de la compañía.

Los planes sociales también son importantes, se presta atención especial a una escuela rural, de la localidad de Pedro Bran, aportando ayuda en financiamiento y logística. Las personas discapacitadas con capacidad para trabajar tienen cabida en las instalaciones, prestando ayuda a un sector muy discriminado. La mano de obra femenina es del 70%. Existe una escuela de tabaqueros el año completo, en la cual se enseña la profesión a todas las personas que quieran aprender. La enseñanza es completamente gratuita. ABAM CIgars SRL, una compañía familiar que combina: tradición, modernidad y pasión.